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QUÉ LÁSTIMA QUE EL AGUA SALADA NO SEA POTABLE Hoy me topé con los vientos del verano, con sus colores brillantes y sus atardeceres calurosos. Y entonces me pregunté por los perfumes de mis flores, y me quedó la gran duda de que si éstos en verdad tenían un olor amargo y fétido, y aquéllas (las flores) eran de pétalos pálidos y marchitos. 

Con mis pasos desganados, vagabundos, pude llegar a casa. Sólo quería acostarme sobre sábanas limpias y exprimirles el olor, olvidarme del mundo.

Pero las voces de aquellas gargantas me hicieron romper en llanto (de nuevo), y terminé escondida en los rincones, odiando la maldita vida (de nuevo). 

Y lloré como nunca, y como siempre. Fijando la mirada en el vacío, acorralando a mi mente hacia el delirio, llevando mi corazón al precipicio. 

Mi alma se hizo pedazos ella misma, para salir corriendo y huir de mí, se fue a buscar otro cuerpo, pero ahora sí, un cuerpo digno, donde poder adentrarse y vivir tranquilamente. 

Y se fue mi alma. Se marchó, se escabulló. Y sólo me quedaron las divagaciones. Y pensé: Qué lástima que el agua salada no es potable, que no es apta para el consumo humano. Porque si lo fuera, llenaría cubetas, tanques, pilas, lagos, lagunas y hasta mares, tan sólo con mi llanto. Acabaría con los desiertos, y no habría más escasez de agua en el mundo, no más sequías en verano.

Me sorprendí imaginando, vislumbrando, la inmensidad del mar, y me sobresalté, y pensé de nuevo: Qué lástima que el agua salada de las lágrimas no sea potable.

Porque si lo fuera, acabaría yo sola con la sed de los sedientos y pobres, y con eso, con sólo eso, habría hecho un beneficio inmensurable para el mundo, y mi llanto habría valido la pena, porque por fin podría alcanzar  un pedacito de cielo.

Pero me sorprendí otra vez pensando en el cielo, y en lo deshidratada que estaría si hiciera todo eso, y en lo deshidratados que también estarían los que, como yo, nacieron solitarios y lloran por el mundo. Y pensé de nuevo: Qué lástima que el agua salada no es potable. Porque si lo fuera, aplacaría mi sed exprimiendo la colcha de mi cama y almohada. Pero en vez de eso, tuve que pararme por un vaso de agua. 

La vida de estudiante apesta

• LA VIDA DE ESTUDIANTE APESTA

 La vida de estudiante apesta. Te desvelas hasta muy tarde y tienes que levantarte muy temprano. Las pocas horas que duermes las duermes mal y teniendo pesadillas con las tareas, los reportes de lectura y exámenes parciales y finales. Aunque estés muy cansado, es difícil  conciliar el sueño y cuando Morfeo por fin te visita y está por abrazarte...te encuentras  en la clase más importante y difícil de todas tus materias académicas del profe más exigente.Te duele la mano de tanto escribir, las tintas de tus lapiceros están por acabarse todo el tiempo, y tu impresora se descompone justo cuando entregas ese ensayo tan importante. Todo haces a las prisas, y al método del tanteo. Nunca comes a tus horas. Sueles desayunar a la 1 de la tarde, comes a las 6 o 7, y terminas cenando...alrededor de las 2  o 3 de la madrugada. Algunos creerán que exagero, pero aquellos que lo hacen, presiento que no son estudiantes.

Lo peor de todo, no comes bien ni nutritivo, por más que lo intentes. Comes cuando tienes tiempo y cualquier garnacha, chucheria y chatarra que te quite el hambre y sea barato. Si, barata, comida barata pero llenadora. Porque a pesar de lo que debería de ser, un estudiante siempre es pobre. Entre copias, combis, garnachas, hojas, amigos, chelas y chatarra...no queda para nada.Y claro, sin mencionar todo el espantoso contexto que los maestro persisten en sostener: tarea, exámenes (parciales, finales, extras y hasta de lástima), reportes de lectura, ensayos, críticas, trabajos privados, apuntes y etc., etc., etc. Y al final de cuentas, nunca tiendes nada de nada.  

Si aceptémoslo, aunque sea amargamente: LA VIDA  DE ESTUDIANTE APESTA Aunque habría que ver que es mejor; si vivir en un mundo que apesta, rodeado de gente que apesta, y apestando uno mismo, o vivir en un mundo de tontos, con gente que te rodea tonta, siendo tonto uno mismo...   

Herida mortal

No les pasa a veces que la vida vale de pura ...ingada???

Supongo que si...esto se sale en una de esas veces...

 

HERIDA MORTAL ¿Te ha pasado alguna vez eso de estar herido de muerte? Porque a mi me ha pasado tantas veces, que empiezo a creer que estoy loca.Y no es que me hayan herido en la yugular, o cosa semejante. La herida mortal es ésa que se siente de rabia y coraje, de dolor y nostalgia, de soledad y de culpa, de arrepentimiento y perdón.No sé a ti que te suceda, pero yo siento que se me sale el corazón por la boca, y el demonio pone pensamientos en mi mente que son verdaderamente horribles. Tiemblo por todos lados, y mis ojos se desorbitan de todo el acontecimiento.Quizá no lo pueda describir  detalladamente, porque en realidad nuestro cuerpo se convierte en universo, y cualquier cosa puede pasar. Hay veces que siento que mi cabeza estará a punto de experimentar un Big-Bang.Esto y muchas cosas es la herida mortal, y como su nombre lo dice, en verdad es mortal.Yo siento morir en esos precisos momentos, y hay veces que lo deseo en verdad. Pero ya sabes lo que dicen, “aquello que no te mata...hace que desees morir”.No hay que discriminar sus causas y naturaleza. La herida mortal no respeta su origen; desde un capricho bobo por una paleta, hasta por tristeza o soledad. El desamor, por ejemplo, es en verdad una herida mortal. Por eso nunca hay que dejar  pasar por desapercibida un herida mortal, es tan eficaz y rápida que no te das cuenta en qué momento te sucederá, sólo sientes el jalón, y zaz!...caes bien muerto.Yo he tenido tantas heridas  mortales que he decidido que la próxima vez ya no habrá funeral. Pero una herida mortal también deforma. Yo estoy llena de cicatrices por debajo de mi blusa y de mi falda, que en realidad no queda donde dar un golpe más.Pero sé que vendrán. Las heridas mortales siempre vienen. Yo no conozco ninguna persona en la tierra que no tenga una.¿Pero sabes qué es lo que realmente me gusta de ellas? Que cuando por fin cicatrizan, es casi casi como nacer de nuevo. 

UN DÍA DE LLUVIA

Un día de lluvia Lluvia, qué ganas de salir y tocarte con mi rostro. Qué ganas de tomarte y sentirte pasar por mi garganta. Qué ganas de empaparme con tu pureza. Ponerme desnuda bajo los torrenciales de tus aguas. Qué necesidad enorme de estar cerca de ti. Qué ganas de caer, correr río abajo, de evaporarme, de condensarme y caer otra vez. Qué ganas de ser tú.Lluvia, toca con tus gotas puras, mis telarañas negras.

En qué momento se nos va la vida

¿En qué momento se nos va la vida? Ayer, yo disfrutaba de mi tiempo libre...hoy los esfumantes segundos parecen devorarme. Ayer el Sol parecía inmenso, su luz refulgurante llenaba mis pupilas...hoy ni sus rayos milagrosos logran entibiar el frío de mis vacías entrañas.Parece que fue hace poco que aprendí a andar en bicicleta y me tardé años en encontrar el equilibrio, y sin embargo, en estas últimas semanas sentí claramente como los pedales de la vida me arrastraban al vacío.Anoche reí varias veces, mi respiración fue calmada y profunda...hoy por la mañana me miré al espejo y ni siquiera pude reconocer mi figura.Pareciera como si hubiera parpadeado y despertado en otro mundo. Se me llenan los ojos de lágrimas al saber que ha pasado mucho el tiempo, y que a pesar de todo, sigo siendo la misma. Aún quiero hacer muchas  cosas grandes, supongo que me han de estar destinadas cosas buenas...pero temo que la vida sea corta y no me alcance.